Los cálculos biliares son piedras que se forman a partir de la bilis en la vesícula biliar o la vía biliar. La precipitación de la bilis puede formar sólo arenilla hasta piedras de varios centímetros. Si las piedras se encuentran en la vesícula y dan síntomas es necesario remover la vesícula por medio de cirugía (colecistectomía laparoscópica). La vesícula está conectada al hígado y el intestino por un conjunto de conductos a los que se les llama vía biliar.
Cuando alguna de las piedras obstruye estos conductos impiden la salida de bilis hacia el intestino. Inicialmente se manifiesta con coloración amarilla de piel y ojos, heces pálidas y orina obscura así como la alteración del funcionamiento del hígado. Si ésta obstrucción no se resuelve, la bilis tiende a infectarse y esta infección progresa y afecta a otros órganos como el cerebro, corazón, riñón y pulmón siendo ésta una condición grave.
La CPRE es el procedimiento ideal para remover las piedras de éstos conductos y permitir el libre flujo de bilis.