Es la sensación de que existe un obstáculo al paso de los alimentos de la boca al estómago. La deglución es producto de una interacción compleja de nervios, vías motoras y sensitivas. Se puede presentar como dolor al deglutir o percepción de bulto o presión que se alivia temporalmente al deglutir.
Las causas de disfagia pueden ser: Enfermedades neurológicas como secuelas de eventos vasculares cerebrales, parkinson, tumores cerebrales etc, lupus, amiloidos, miastenia gravis, esclerosis etc. Lesiones mecánicas como inflamación, tuberculosis, tumores de órganos adyacentes que comprimen. Trastornos en el movimiento del esófago como acalasia, esclerodermia, enfermedad de Chagas. Lesiones presentes dentro de la luz como divertículos y membranas esofágicas, estrecheces de la luz, cuerpos extraños, tumores y lesiones de fuera que aprietan o desplazan las estucturas como compresiones vasculares, anomalías en huesos y mediastino.
El tratamiento depende de su causa y del tiempo que tarden en sanarse. En algunas ocasiones es necesario colocar una sonda de alimentación directamente al estómago para mantener la nutrición del paciente.