La enfermedad diverticular se compone de dos condiciones: la diverticulosis y la diverticulitis.
La diverticulosis es la formación de varios sacos o divertículos en el intestino, varían de tamaño y se forman por aumento de la presión del gas, residuos o líquido en los puntos débiles de la pared del intestino. Son más comunes en la porción final del intestino. Generalmente son asintomáticos y si no se complican no requieren de un tratamiento además de dieta con alto contenido de fibra.
La diverticulitis es la inflamación e infección de uno o más divertículos. Los síntomas son dolor abdominal, fiebre y/o escalofríos puede haber sangrado y oclusión.
Las complicaciones de la diverticulitis son consecuencia de la perforación de la pared intestinal que puede condicionar abscesos localizados o peritonitis fecal.
El tratamiento depende de la severidad del cuadro y varía desde tratamiento médico con antibióticos y medidas dietéticas hasta requerir cirugía para tratar abscesos y/o peritonitis o resección del segmento de intestino afectado.